Sunday, August 31, 2008

La proyección de la atmósfera en la técnica de Strindberg. Un paso más allá en la idea de “tocar” al público.



Los ejercicios propuestos por González Caballero despiertan la imaginación creadora, abren puertas a nuevas posibilidades en la creación del actor. La puerta está abierta para cualquier cosa; el actor está, explorando y creando, inmerso en un mundo de sueños, ensueños y manejo del dramatismo y la complejidad del interior de un personaje en donde ya nada parece imposible. En la exploración estará su indiscutible fuerza.


González Caballero:


“Lo que sí es una verdadera exploración de la atmósfera propuesta en esta corriente es la proyección de la misma (atmósfera).

“El teatro de Chéjov hizo mucho hincapié en la importancia de la atmósfera exterior pues en cualquier lugar habrá siempre ruidos, objetos, etc. Nos decía que había una atmósfera fuera de escena, un ambiente que alargaba el escenario; con Strindberg la atmósfera del escenario se robustece mas allá de lo que lo hizo en el Naturalismo.

“Hay lugares de los que quisiéramos salir y lugares en los que nos sentimos bien, sentimos algo del lugar a través de una atmósfera formada por experiencias, acontecimientos o personas que pasaron por él; atmósferas que pueden ser muy pesadas y muy perceptibles para el espectador.

“Sabemos que nosotros irradiamos algo fuera de nuestro cuerpo; yo puedo irradiar mi propio Yo sin quererlo, cuántas veces somos negativos para algunos sin saber que lo somos, incluso tratando de ser todo lo contrario, es decir, nuestro aura no finge.

“Basándome en ésto, he logrado reconocer que hay algo que viene desde lo inconsciente pues no es razonado o engañado por la razón y que se manifiesta, algo que se desprende de todo mi
(el) Yo; y si el actor tiene la obligación de proyectar su creación a un público y a sus compañeros actores durante la función, aprovechamos esta irradiación en el personaje, su inconsciente ya está formado y lo dirigimos al público como una atmósfera que sale de sí mismo: el personaje creará la sensación del lugar y el lugar mismo desde su inconsciente, la atmósfera se agrandará y proyectará mucho más directo al público aún sin hablar; la gente sentirá al personaje en una relación de inconsciente a inconsciente.

“Para estimular al alumno a lograr este apoyo aplico varios ejercicios. El objetivo exigido al actor es proyectar ¿quién es?, ¿dónde está? y ¿qué es lo que sucede?:
(...)

“Se les llama aparte donde nadie escuche y se les dice, por ejemplo: - Eres una sirena y estás en el mar sobre unas rocas cantando y haciéndote un collar de conchas; el mar esta apacible, el oleaje muy delicado y el Sol ilumina todo; es una atmósfera deliciosa.- Estas primeras imágenes que se piden son muy sencillas: una casa bonita, un campo, la orilla del mar, el desierto, etc.
(...)

“Las segundas imágenes deben ser más complejas: un campo hermoso pero en el que llueve y caen rayos, un desierto agobiante de calor, una casa donde nieva afuera, etc.
(...)

“La tercera imagen será ya con una gran práctica, una situación del personaje y el escenario: un campesino sin trabajo que teniendo varios hijos, sufre por que le piden de comer dentro de su casucha; la sirena del primer ejemplo, que es cazada por unos marineros furtivos y lucha por desprenderse de un arpón; etc.
(...)

“Después de la proposición de la imagen y situación que se proyecta, se le dice que entre a lo que sería el escenario dentro del salón de trabajo, que tome asiento de espaldas al público y que sin emoción, prácticamente en blanco su expresión corporal, realice todo el ejercicio sin moverse, imaginará lo que se le pidió, lo creará dentro de él, lo vivirá y lo proyectará irradiándolo al exterior. Los que ven el trabajo tienen la orden dedicarse a captar
(…) las sensaciones que vengan del actor, sin adivinanzas; cuando han sido estimulados de alguna manera harán señas de haber captado algo; el guía les debe preguntar si es un lugar donde ellos quisieran estar, ¿sí o no? ¿Es un espacio abierto o cerrado? ¿En este espacio hay problemas? ¿Qué tipo de hombre o mujer es? ¿Sufre o está contento? Las contestaciones en los primeros ejercicios son variables en el tiempo de captación y de la proyección.

“Resulta un entrenamiento de transmisores y receptores, de intuición y de manejo claro y energético de la imagen que está dentro del actor. Cuando los ejercicios se han practicado bastante y el entrenamiento es mayor, la proyección es mucho más rápida y la captación del grupo es prácticamente unánime, es decir, a la pregunta hecha, la mayoría sin vacilación contesta. Cuando son dos o tres actores los que realizan el ejercicio, los que captan desearán decir las relaciones de personajes, sus problemas, etc.
(sólo) cuando lo sientan y estén seguros de lo que deben decir.

“Finalmente serán personajes de teatro conocido o de la vida real proyectando y captando cosas cada vez más complejas.

“Este apoyo tuvo mucho éxito al ser probado en una de las pocas puestas realizadas con actores preparados con la técnica, Tres en Josafat
(1987), donde Gregorio Reséndiz, uno de los actores, trabajaba su personaje con la imagen de una violación que llegó a ser captada por el público con preguntas que les hicimos después de la función; llegaron a dar características de la mujer proyectada por Gregorio.
“La progresión de los ejercicios la irá sintiendo todo el grupo, siendo el papel del guía la dirección, sin exageraciones supersticiosas, de esta habilidad."

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Wednesday, August 27, 2008

El manejo de la atmósfera en la corriente strindbergniana



González Caballero:

"Los primeros ejercicios de la técnica de Strindberg para construir atmósferas los realizo pidiendo que el personaje experimente el peso (1) que siente tiene cada parte del escenario, por ejemplo con la señorita Julia (que) vive su escena en la cocina, lugar que para Jean (Juan) y Cristina (la sirvienta novia de Juan) es familiar y que para ella sería un tanto desconocido.

“Después de la exploración de cada personaje en el lugar de la acción de la escena, nos damos cuenta de qué forma influye en ellos los lugares y ésto da nacimiento a determinar una atmósfera general. ¿Cuáles son los pesos que les damos a los lugares? Todos conjuntarán, al momento de pasar la escena, sus diferentes valores del lugar, del ambiente.
“El guía también puede proponer una imagen que simbolice la situación y que envuelve a toda la atmósfera; si se necesita un lugar sagrado, toda la escena puede simbolizar un templo para los personajes, aunque la acción se desarrolle en una casa de familia; o si la situación es muy fuerte, llena de discordia, donde todos se sienten atrapados, puede proponerse la imagen de una telaraña con una gigantesca araña dispuesta a atacar, etc. (2)
“Los ejercicios de atmósferas y peso del lugar los profundizaremos con Pirandello (3), así que en esta corriente (Supernaturalismo) solo funcionan como una introducción a la proposición pirandelliana. (...)(4)




(1) La idea del “peso” de la atmósfera no es explicada aquí por González Caballero. Este “peso” tiene todo qué ver con el Apoyo “Peso Escénico”, es decir, el actor explora y descubre el peso escéncio que el personaje pudiera darle a la sensación que siente del lugar. Evidentemente no hay un manejo de la energía corporal de la personalidad como lo fue concretamente en el uso del peso escéncio durante la exploración de los Apoyos de la corriente Realista, sin embargo es la idea y la fuerza de esa idea la que dará la sensación de ese peso a la atmósfera.
(2) Así la “sensación del peso” de la atmósfera se suma a la propuesta de símbolos que se ha trabajado desde la exploración naturalista, como si la atmósfera poseyera a su vez carácter y personalidad para el personaje.
(3) Los pesos de cada atmósfera serán entonces conscientemente nivelados y controlados.
(4) Transcripción de las palabras de González Caballero, en base a entrevistas que le realicé en los años 80 y 90. Todas las transcripciones fueron revisadas y corregidas por él. Los originales de dichas grabaciones están perdidos.

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Friday, August 22, 2008

Strindberg, fotógrafo buscador del alma...




Strindberg camina su vida buscando, encuentra similitudes y coincidencias, se maravilla de aquello que otros encuentran en la psicología, en el ocultismo o en la ciencia. August Strindberg, poeta, científico y taumaturgo, enfermo de un deseo obsesivo por ser reconocido como renovador y sabio, en su obsesión penetra en los secretos de varias materias, es erudito y cae en errores, es maligno, es acusado de pernicioso y sufre de la humillación; prototipo del genio sólo es capaz de reconocer su realidad y su propia verdad.

En ese caminar de las similitudes nos habla de Bohemia, ahí encuentra flores que parecen imágenes que él reconoce de sus placas fotográficas, observa corrientes de agua que semejan productos químicos con los que ha trabajado, percibe en el viento la luz de la que todo procede, intenta penetrar en los cuerpos para descubrir el interior.

“Je sais très bien que les psychologues ont inventé un vilain nom grec pour définir la tendance à voir des analogies partout, mais cela ne m’effraie guère, car je sais qu’il y a des ressemblances partout, attendu que tout est en tout, partout”. (Inferno) (1)

Si al genio Strindberg tratamos de entenderlo a través de su teatro quedaremos con un enorme vacío de preciosa información.

Strindberg tambien era un alquimista que buscaba el origen a traves del proceso de interiorización, se valía de las substancias para tratar de penetrar profundamente en la materia. Strindberg era un fotógrafo que uso a la fotografía como un medio para descubrir los secretos que las combinaciones químicas por sí solas no le daban. Fotografió su cara, su cuarto, su familia, trataba de descubrir el alma en el retrato a traves de una técnica especial.

“J’ai préparé dans ma tête una histoire qui contient le maximum d’humeurs differentes. Je me raconte l’histoire tout en exposant la plaque et en regardant fixement la victime. sans suspecter ce que la force à faire, sous l’influence de la suggestion, il est obligé de réagir à ces influences qui le pénètrent. Et la plaque fixe l’expression de son visage. Le tout dure exactament trente secondes - mon histoire est minutieusement calculée pour cette durée. En trente secondes j’ai capté le sujet dans sa totalité!” (Citado por Per Hemmingson)




Fotografió el cielo, las nubes, las estrellas, dejaba sus placas a la luz de la luna para descubrir el efecto que en ella dejaba y entonces elucubraba sobre aquello que se había impregnado y transformado en imagen. Se sumergió en aquella loca idea de la extracción de una parte de la materia de lo otro, del otro mismo, a través de la fotografía (¿qué otra cosa podría ser aquello que se veía sino una parte intrínseca de la materia del alma?). Confiaba en los alcances de los rayos X como medio filosófico de entendimiento de la materia y de su invisibilidad. Detestaba la impertinencia del ojo, engañándonos en todo momento, pero se maravillaba con él y él mismo se perdía en su engaño al ver sus sorprendentes (por extrañas) placas con gelatina.

“Je suis retourné à mes formations de cristaux que je photographie directement en les copiant de la plaque de verre où la cristallisation se trouve. Ces agrégats, des fleurs de glace, m’ont ouvert des perspectives dans les secrets de la nature qui me stupéfiaient” (Citado por Per Hemmingson)




Mi corazón siempre se ha resquebrajado al leer sus honestas cartas, sus peticiones, sus explicaciones y sus reclamos enfurecidos ante la incomprensión de los demás; también he llorado viendo sus fotografías del cielo (siempre tan oscuro), y de las nubes sobre Estocolmo.

El alma de Strindberg al descubrir la psicología le dió el nombre de inconsciente a todo aquello que lo impulsaba, en su camino basó su investigación en lo supranatural; habiéndose revolcado en los placeres malsanos del realismo y del naturalismo su ansia de más placer lo llevó a buscar aún más adentro o más abajo o más al interior; después “los otros” le llamarán surrealismo: pero supranatural fue su palabra.

“C’est donc à moi de jeter la pasarelle entre le naturalisme et le supranaturalisme en proclamant que celui-ci ne constitue qu’un devéloppement de celui’la” (Citado por Eric Renner)

Cuando arribó al teatro de cámara, donde exhibía en acciones y palabras el mundo del alma, de lo supranatural y de lo inconsciente ya el camino había sido recorrido en los avatares de la exploración; su teatro fue y sigue siendo revolucionario porque llegó a él como un resultado inevitable de esos encuentros fallidos con la alquimia, la astronomía, las ciencias, la filosofía y la fotografía.

“Je cherche la vérité dans la photographie, intensément, comme je la cherche dans beaucoup d’autres domaines.” (Inferno)

Ahora más que nunca estoy plenamente convencido que para conocer (y disfrutar aún más) a Strindberg hay que ver y leer sus imágenes.


*

El día de mi cumplaños recibí de quien me ama un pequeño libro editado en 1994 por Actes Sud, “L’expérience Photographique d’August Strindberg” escrito por Clément Chéroux y con un delicioso anexo con pequeños extractos de textos escritos por el mismo Strindberg sobre su experiencia con la fotografía. En un primer momento el libro me resultó bastante sobrio, informativo tal vez, pero la fuerza de la experiencia de Strindberg, aquello que se desprende de su búsqueda y en especial las citas de sus textos despertaron en mí una verdadera admiración por el trabajo de Chéroux.

Ahora puedo entender cómo pocos años después de esa publicación el Museo Nacional de Estocolmo y el Museo de Orsay expusieron una gran parte de su obra pictórica y fotográfica (2), sin mayor preámbulo de su obra literaria y teatral, sino como un pintor y un fotógrafo único.





(1) Decidí no traducir los textos (que algunos de por sí son traducciones del sueco al francés) debido a que pensé podría cometer errores garrafales en mi transliteración de las ideas de Strindberg, y pido disculpas por ello. Una solución puede ser el acercamiento a las palabras en un sitio gratuito de traducción por internet, con la conciencia de no ser una traducción real el esfuerzo por darle un orden creo daría más que una traducción fallida de mi parte.
(2) La exposición fue conocida principalmente por el libro publicado a partir de ella: “August Strindberg Painter and Photographer”, editado por la Universidad de Yale y el Museo Nacional de Estocolmo.


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Monday, August 18, 2008

Sobre la violencia en los ejercicios de la corriente supernaturalista (Strindberg)



Como se ha comentado en otras entradas, González Caballero siempre rechazó la violencia física durante los ejercicios; la situación especial que provoca el trabajo con las proposiciones de Strindberg y la corriente Supernaturalista, con su violencia intrínseca, llevó en algún momento a hacer acalaraciones sobre el tema:


González Caballero:

"Siempre hago hincapié en que todo esto es teatro y ficción, más ahora que llegamos con la técnica de Strindberg a tener el peligro de golpearse realmente o sufrir accidentes y eso no puede ser permitido. Si va a haber golpes, que sean fingidos o ensayados antes; toda agresión física exijo que sea simulada pues los interiores (el interior del actor) poseen la fuerza de la creación del personaje desde su base, (y eso) será suficiente para proyectar la violencia que se desee.

"A la mayor trasgresión violenta soy muy severo, podrían ser pretextos para muchos para sacar cosas que no habían podido hacer antes y no debe ser permitido."


Sin embargo el método mismo en su exploración ha ido entrenando al actor a manejar aquellos impulsos, y el remarcamiento continuo de lo irreal o creativo del trabajo del actor crea una especie de ‘coraza’ que evita el camino hacia la violencia real.

La idea de lo climático, las fuerzas ocultas, los símbolos, la exacerbación natural y lo desquiciante se vuelven un trabajo lleno de normalidad; el actor se ha acostumbrado a estas actitudes y no le parece desgastante, ni pesado; lo reconoce como parte del personaje, de su creación, no se limita. La evolución que se ha tenido hasta este punto es evidente.


González Caballero:

"Los resultados son sorprendentes porque el alumno no sólo ha crecido en intenciones que no sospechaba tener, sino que las ha transmitido a los que lo escuchaban; vivió un personaje en el irracionalismo de Strindberg."



(1) Todas las citas son transcripciones directas de palabras de González Caballero, grabadas durante los años 80 y 90 por el autor del Blog, revisadas y aprovadas por González Caballero. Las grabaciones originales están perdidas.








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Wednesday, August 6, 2008

7- Sombras del inconsciente. (Siete proposiciones partidas de los textos de Strindberg)



No habiendo transcripción directa de esta última parte de las siete proposiciones partidas de los textos de Strindberg he optado por exponer brevemente las dos fases de ejercicios que yo recuerdo (y asimilé para transmitirlo en su momento):


a) Un actor (o actores) extra realiza el inconsciente de uno de los dos personajes, lo que González Caballero denominó ‘sombra del inconsciente’. Así este nuevo personaje será el inconsciente de uno de ellos (y algún otro hará el inconsciente del otro personaje).

La sombra del inconsciente es en realidad la liberación de todos aquellos impulsos, deseos, ya sea reprimidos o desatados que simplemente son impensables de vivirse en la realidad real o en la de la escena misma, pero que inevitablemente están presentes en el interior del personaje.

La persona que realiza el inconsciente del personaje no tiene contacto físico en la escena que transcurre como se ha escrito. Esta ‘sombra’ habla, grita, vocifera, golpea objetos, reacciona con libertad impulsiva a lo que se dice y hace en la escena. Los otros personajes viven lo que la sombra hace pero no interactúan con ella, la perciben, la sienten, sin saber si proviene de ellos o de algún otro lado. (1)


b) El ejercicio tiene un paso adelante: puede llegar a darse la exploración donde tres o cinco actores hacen el inconsciente de cada personaje de la escena; todos esos impulsos liberados de ‘las sombras’ se convierten en una especie de sinfonía del inconsciente alrededor de la escena que se trabaja; alguno se expresará en sonidos vocales, otros en cantos, otro con ruidos, otros en actitudes físicas, otros con emotividad o temores, etc.




(1) Antes de que González Caballro hiciera este tipo de advertencia, sobre la imposibilidad de interactuar físicamente entre la sombra y los personajes de la escena, al parecer se daban varios contactos físicos violentos que eran difíciles de detener. González Caballero siempre fue reacio a aceptar cualquier tipo de violencia de la que no hubiera un control total. Desde su punto de vista el ejercicio propuesto sin interacción física violenta era bastante fuerte y esclarecedor por sí mismo como para utilizarla.





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Tuesday, August 5, 2008

6- El escenario strindbergniano. (Siete proposiciones partidas de los textos de Strindberg)


El escenario strindbergniano... (1)


González Caballero:

" (Ejercicio:) Se pone toda la escenografía y hacemos que los actores reconozcan su escenario. Ya (han descubierto con la proposición 3) los lugares positivos y negativos (lugares agradables o desagradables) (2), ahora, cada personaje deberá preguntarse qué significa cada cosa con la que tendrá contacto o simplemente cualquier cosa que estará (en escena) mientras él esté.

“Un ejemplo es lo que se le puede decir a la señorita Julia: -Julia, son las botas de tu padre, vamos a fugarnos de la realidad y tú vas a hacer, a cuenta de cinco, lo que quieras con las botas, sabiendo que ésto ocurrirá dentro de tu mente y nadie podrá verte ni juzgarte. ¿Qué harías con las botas si pudieras hacer lo que quisieras con ellas?-
(3)

“Se le da el tiempo necesario y cuando ha terminado se le pide a Juan (el otro personaje) que haga con las botas lo que él quiera, por supuesto según sus propios valores y experiencias.


“Otro ejemplo sería que todos los personajes, en El Pelícano, se contacten con el sillón donde murió el padre. (4)


“Rescatar los objetos simbólicos importantes de la obra.
“El siguiente paso de esta proposición es -¿qué se haría con las personas?- Es decir, se les pregunta: -Tú, ¿qué harías con tal personaje? ¡Hazlo!- Y pedírselo a los demás personajes también. (…) Se le pide al actor que realiza al otro personaje de la escena que se deje hacer, como un muñeco al que se pueda manejar al antojo de quien sea. Se interrumpe un texto cualquiera de las escenas que se trabajan para fugarse en el tiempo y revisar en el personaje aquello con lo que él tiene interrelación.

“Surgen cosas muy extravagantes pero muy del inconsciente y, cuando regresan al tiempo normal y se les pide que vuelvan a pasar la escena conforme al texto, actúan mucho, mucho mejor y con intenciones mayores o nuevas."






(1) El nombre ‘escenario strindbergniano’ es comprensible en el proceso de la exploración de la proposición; habría tal vez que llamarlo, ‘escenario del inconsciente”. El inconsciente crea su propia experiencia con aquello que surge de su impulso pero pudo nunca suceder o simplemente nunca sucedió en la realidad. En el método de González Caballero, lo 'strindbergniano' significa 'lo inconsciente'.
(2) Y en la proposición 5, los objetos animados, que como se verá son un antecedente directo de esta nueva proposición.
(3) Hago hincapié en la diferencia entre la proposición 5 y ésta, proposición 6. En la primera la animación de los objetos y su relación dramática con ellos tiene un vínculo directo con lo sucedido realmente, con las acciones del pasado. En la segunda, escenario strindbergniano, los objetos o personajes se viven en base a la visión que el inconsciente del personaje tiene de ellos, ese –haz lo que quieras con ellos-, es una fuente de experiencia desconocida a la relación real con los objetos.
(4) El sillón en El pelícano, tiene una relación directa con el padre, con su muerte y cada personaje lo ha vivido de una u otra manera; pero en la actual proposición el sillón que representa al padre es motivo de una interrelación creada por el inconsciente, así el personaje podría quemarlo, o escupirle o acuchillarlo, experiencia que nunca sucedió en la realidad pero sí en el deseo inconsciente.







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Friday, August 1, 2008

La muerte de Víctor Hugo Rascón Banda.




No hace mucho tiempo escribí una entrada sobre la muerte de Emilio Carballido, y hoy me siento obligado en el corazón a escribir una sobre Víctor Hugo Rascón Banda.

Una vez más los recuerdos se agolpan en mi mente.



Cuando a mediados de los años 80 se formó el grupo de los doce (1), con doce dramaturgos mexicanos miembros de la vieja y de la nueva dramaturgia mexicana (tanto de los años 60 como de los 70), González Caballero me comentaba sobre lo agradable de uno de los nuevos dramaturgos de quien decía era un “banquero” (en realidad sí, Rascón Banda era funcionario importante de una empresa bancaria), hablaba de él como un hombre que le parecía sincero y con un interesante trabajo dramatúrgico (2).

Yo percibí el inicio de una fructífera amistad entre ellos, amistad que Rascón Banda supo diplomáticamente bien llevar aún en los momentos en que González Caballero era minimizado por los otros escritores del teatro mexicano. Víctor Hugo Rascón Banda no dejó de ser amigo de González Caballero hasta su muerte y aún después de ella; él fue uno de los pocos dramaturgos presentes en el último homenaje que se le dió en el Teatro Hidalgo de la Ciudad de México.

Rascón Banda buscaba en algún momento dejar la banca y dedicarse de lleno al teatro y a las letras, la oportunidad se dió y fue un escritor de tiempo completo; aprovechando sus dotes como administrador llegó al puesto donde podía ser de mayor ayuda a los compañeros del gremio, la SOGEM.

La primera vez que ví a Rascón Banda fue durante una invitación a comer que le hizo a González Caballero para ir a un restaurante francés dentro del exconvento del Desierto de los Leones en las afueras de la ciudad de México; como era costumbra de González Caballero, me invitó a ir con él y yo por supuesto acepté. Eran los años ochenta, yo un adolescente en busca de mi camino; conocer a queines movían el teatro en México era siempre una tentadora invitación. Rascón Banda pasó por nosotros en algún punto de la ciudad en lo que consideré un enorme y lujoso auto (González Caballero estaba de acuerdo conmigo); él era alto, apuesto, un hombre bien vestido y con una apariencia poco cercana al prototipo del dramaturgo mexicano; recuerdo su voz ronca que se oía clara y segura.

A González Caballero le impresionaba la capacidad que Rascón Banda tenía de ser “banquero”, tener estilo y querer dedicarse a la dramaturgia. Era un hombre que admiraba a mi maestro, era una persona honesta y de una gran seriedad. Aunque hablaba de teatro con claridad y conocimiento, siendo un hombre de mundo, tenía una conversación amena, no entraba en discusión y buscaba el encuentro franco.

Las obras de Víctor Hugo Rascón Banda se cuentan entre muchos de los éxitos del teatro mexicano (durante los años 90 principalmente) y grandes actores de México participaron en ellas. Aún cuando se le reconoce por algunas otras piezas yo me he quedado con aquella que me acercó a él, Tina Modotti, porque fue de las primeras obras que yo leí, proveniente de la mano un dramaturgo mexicano, con una estructura dramática maleable (3). Incursionó en el cine, la televisión, el teatro, en todo aquello que fuera dialogado, con historia, personajes y espacio escénico.



Víctor Hugo Rascón sabía muy bien como deslizar las influencias en su teatro y adaptarlas a su personal estilo, así recuerdo como Chejov y el Jardín de los Cerezos corrían suavemente en el subsuelo de Playa Azul, con aquellos personajes de la última era priísta que van perdiendo poder y literalmente terreno, perdiendo su antigua forma de vida. Logró ser un maestro de la atmósfera realista-naturalista, sus piezas resonaban acualidad y se fundían en un estudio claro y directo del personaje.

Lo recuerdo siempre cerca de los grupos independientes, cerca también del poder y cerca de aquellos que buscaban un impulso para seguir en el mundo teatral; siempre accesible, en momentos, muy pocos, imposibilitado de ofrecer toda la ayuda necesaria, la pena de la impotencia se reflejaba en su cara, pero la solución llegaba y seguía ahí.

Yo no supe del cáncer que lo aquejaba sino hasta que salí de México, mis compañeros me narraban cómo él seguía trabajando aún debilitado por la enfermedad. Hablar de él siempre era hablar de un tipo admirable en el aspecto humano. Ahora ante la noticia de su muerte, quedo un tanto perplejo, y veo pasar el tiempo, y como a González Caballero prefiero recordarlo en su momento de sueños y planes, cuando en la fuente de su creatividad buscaba dedicarse de lleno al teatro, quiero seguir viéndolo en sus momentos de éxito.

Las pérdidas continuarán, no hay manera de detenerlas, habrá que ver en el caso del maestro Rascón Banda cómo perpetuar su obra en la memoria teatral de México.





(1) Tengo en mi mano el ejemplar de "Doce a las doce (Teatro Breve)", el libro que juntó a esos doce dramaturgos en un hermoso juego antológico donde cada uno publaba una obra corta en referencia a (o como punto de partida) una de las doce horas de un día. Aquél grupo estaba constituído por: Alejandro Licona, Willebaldo López, Pilar Campesino, Tomás Urtusástegui, Miguel Angel Tenorio, Antonio González Caballero, Tomás Espinosa, Dante del Castillo, Pablo Salinas, Norma Román Calvo, Marcela del Río y Vìctor Hugo Rascón Banda.
(2) Para esa época, 1989, Rascón Banda ya era conocido por algunos estrenos escandalosos. Sus obras polémicas, actuales y bien escritas le ofrecían un lugar tanto en el teatro y como en poco tiempo se daría en el cine y en la televisión.
(3) La obra formaba parte de un volúmen de teatro de Rascón Banda en esa ya mítica colección de libros reeditados y editados por la SEP en los años 80, "Lecturas Mexicanas".