El primer gran apoyo del método son los llamados Elementos. Alguna vez oí asegurar a González Caballero, durante un momento de lucidez, que el método era un círculo perfecto que empieza en los Elementos y termina en los Elementos (1). El método entonces sería un proceso de reconocimiento de todos los apoyos y todas las corrientes actuacionales, explorarlos y hacerlos nuestros; al final todo estaría condensado en su punto de partida, el Elemento, el Apoyo que lo contendría todo, que contendría al personaje total: imaginación y energía entrenadas para la creación.
Aún así, en el principio del trabajo el Elemento es un apoyo base, comenzamos con él a percibir la real existencia de un personaje, para ello nuestra mente y pensamientos, nuestras actitudes, nuestros gestos, no deben ser un impedimento para la creación del personaje; para González Caballero la creación es total, jugamos a la existencia de un ser nuevo, desde su energía, creando su materia y su interior:
González Caballero:
"Hay que resolver el problema de "Yo con el personaje que he creado o que voy a crear". El método es precisamente para facilitar el encuentro de "Yo con mi personaje"; para que precisamente el Yo no sea un obstáculo para que el personaje se exprese. El origen de la Naturaleza está en los elementos; ellos le han dado sus características; el ser humano está creado dentro de las leyes de la Naturaleza, así, en el origen del hombre están los elementos; le dan vida, lo conforman, lo fortalecen, son las fuerzas vitales que viven en nosotros; las usamos, nos hacen movernos, tener vida, y aún cuando muramos seguiremos formando parte de esos cuatro elementos que nos crearon. No hay más, los elementos son las fuerzas de la naturaleza que nos dan vida, usémoslas para darle vida a un personaje: AGUA, AIRE, TIERRA, FUEGO. Los cuatro tienen sus propias características; aunque de los cuatro estamos formados, cada uno debe ser estudiado de manera individual, hasta llegar al manejo de su energía. Aprehender las características de estas cuatro energías es el siguiente paso que hay que dar". (2)
Este juego imaginativo tiene connotaciones profundamente interesantes: el actor se sensibiliza a esas 4 energías y con el uso de su imaginación comienza un entrenamiento mental y físico para que al pensarlas y sentirlas comience ese proceso de transformación y de creación del personaje que se busca. En mi punto de vista, es una aportación sorprendentemente simple y genial: el principio del camino de la creación del personaje son estas 4 imágenes básicas totalmente ficticias pero que en la sensación corporal y en nuestra mente arquetípica se vuelven reconocibles como parte de la conformación de nuestro ser. Los elementos fueron utilizados por el ser humano durante siglos como una explicación y un medio de encuentro con la fuerzas existentes dentro del ser humano y de la naturaleza misma, era una explicación filosófica, pero formaba parte de la teoría y la práctica tanto en medicina, física como química (3). Con el tiempo y el desarrollo de la ciencia actual el uso de los elementos se convierte principalmente en un juego literario y más aún poético(4), y ahí es donde nuestro investigador encuentra la clave creo yo: el teatro es arte (creación), en el teatro hay poesía, la unión entre la poesía y esta teoría científica en desuso pero fuertemente ligada a la naturaleza física del ser humano, le da a los elementos su fuerza como Apoyo al trabajo de creación del personaje.
“Imagina que el elemento entra por los pies e inunda todo tu cuerpo transformándolo en ese elemento, lo inunda hasta la coronilla, te transforma hasta la coronilla, los brazos, las manos, los dedos de la mano, de pies a cabeza, de frente hacia atrás, afuera y adentro, y tú reaccionas al impulso que surge, te mueves como el elemento, caminas como el elemento, haces los ruidos del elemento, miras como el elemento, respiras como el elemento, piensas como el elemento, sientes como el elemento… eres eso aquí y ahora.” (5)
Los cuatro elementos reúnen en sí mismos las bases de toda la creación de humana, en palabras de González Caballero, los cuatro contienen todo los personajes.
… El camino es largo, el proceso es un aprendizaje, un entrenamiento de la mente, del cuerpo a través de los ejercicios y las llamadas improvisaciones; esas primeras sensaciones de transformación llevarán a la creación de un personaje que cualquier pieza teatral pida. Con el tiempo la poesía y la naturaleza (imaginación y energía) logran fundirse en el actor para tener un verdadero apoyo en la creación del personaje.
(1) Esto habría sido alrededor de 1996 a casi 10 años desde que empezamos a escribir el libro.
(2) Palabras de González Caballero grabadas por el autor alrededor de 1988. Originales perdidos.
(3) Toda la explicación griega, romana y medioeval de la naturaleza humana se basa en los 4 elementos y posteriormente en la teoría de los humores. Alquimia y Química no se conciben sin la idea de elementos. Con ciertas variaciones la India y China siguen usando en su medicina tradicional la teoría de la conformación del cuerpo humano en elementos con una industria real y funcional.
(4) No sólo poetas sino filósofos y pensadores del siglo XX ( Gaston Bachelard por ejemplo) volvieron a los elementos como potente impulsor de ideas sobre la explicación del mundo mismo.
(5) Este discurso, de mi propia voz, es recurrente en el método; se lo escuché a González Caballero y bien podrían ser palabras dichas por él.
El libro del método de actuación de Antonio González Caballero está a la venta solamente a través de Internet, y en dos sitios:
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