González Caballero:
“Son dos puntos, hagamos un desglose: ¿Cómo me veo? ¿Cómo te veo?
"Trabajar la técnica en la creación del personaje completo: crear personaje con Elemento, determinar su Zona Central, su Edad física y mental, su Introversión o Extroversión, establecer sus tres Niveles de interrelación para poder enriquecer la Memoria emotiva del personaje, darle su Hai kú individual, sus Atmósferas, agregar el Peso y Subpeso escénicos, proveerlo de Máscaras, darle su Inconsciente con Zonas en conflicto o cualquier apoyo que provoque a ese inconsciente, Símbolos según su historia, agregar alguna Zona bloqueada y por último comenzar a sumar los apoyos de que nos provee Pirandello. Todo este proceso de creación parece muy complicado pero en la práctica se elabora mucho muy fácil, cuando más el actor tarda en hacerlo unos cuatro minutos pues el trabajo continuo con los apoyos le da una rapidez asombrosa al proceso de creación de personaje. Una vez creado hasta ahí, le preguntamos ¿cómo te ves?"
El Nombre del personaje (Explicación)
González Caballero:
"El Nombre es la primera forma de verse a sí mismo del ser humano. Nos llaman Luis o Roberto o Antonieta... Algo nos programa ser llamados de una manera; algo nos sucede al irnos familiarizando con los sonidos que representa nuestro nombre, esa etiqueta auditiva: Robespierre es muy diferente a Luis. El carácter se extiende y se manifiesta con esos sonidos que sugieren "algo" a la mente o a la imaginación.
"El niño es llamado Luis y éste buscara, consciente o inconscientemente, quiénes son Luises, buscando su semejanza y, al reconocer que otros son llamados con el mismo tipo de sonido, tendrá puntos de referencia sobre su persona, tratará de parecerse a ellos pues a ese grupo pertenece. En poco tiempo el niño preguntará por qué es que le llamaron así, tratando de explicarse su origen, y su madre o quien sea podrá decirle que le llamaron Luis porque así se llamaba su abuelo y el niño preguntará quién era su abuelo y se le darán algunas características de esa persona que se convertirá en más material para la formación de su imagen, de su Yo propio. Habrá Luises a cada paso del tiempo: Luis XVI, Luis Pasteur, Luis Echeverría, Luis el carnicero, Luis artista de la T.V. , y según quién llegue primero o después vendrá el gusto o el rechazo por su nombre; si llega primero Luis el carnicero que es mal vestido, con cara de chango asesino pues será un punto en contra de los Luises, aunque su cuerpo se llegue a identificar con ese Luis el carnicero, no se gustará él mismo, pero si llega antes la estampita de San Luis de Gonzaga, oliendo una azucena, tal vez el niño acepte más rápido su nombre y hasta se haga un poco femenino o con disposición a lo feminoide, por supuesto todo esto dependiendo de la información que por otros lados haya recibido y le ayuden a valorar las imágenes de los Luises.
"También es importante la forma en que están acomodados los sonidos del nombre, la conjunción de las letras dará mucho como mecánica de fuerza, suavidad o energía. Si decimos Florencio, la simple utilización de energía para decir la palabra o emitir sus sonidos nos haría difícil imaginar ese nombre en un hombre como Stalin por ejemplo, eso sería utilizado en una farsa y precisamente por esa contradicción de sonido-significado y carácter entraría en la farsa; o decir Ruperto provocará que esa persona adopte algo de los sonidos con que es llamado, al igual que Alma o Rosita, etc.
"Pero no solo existe el nombre sino también el apellido: Luis Flores será muy diferente a Luis Robles, a su vez diferentes a Luis Chacón o a Luis Mendieta... Asociaciones con el nombre y el apellido y su repercusión en todo el cuerpo y mente del personaje... Luis Mendieta, como si Luis estuviera a dieta, ¿me entiendes?
"En fin, nos vamos forjando una imagen de quiénes somos con nuestro nombre y apellidos que, además, en español los apellidos son dobles y por lo tanto con más multiplicidad de Yo que se den en el personaje; somos más barrocos, no nos conformamos con Luis Flores, sino vamos hasta Luis Flores Escarbaceta; llegamos a ser tres personas a partir del nombre. El nombre es nuestra identificación social y eso repercute en nuestra forma corporal y de ser; nos dicen "identifícate" y decimos nuestro nombre, si eso nos llamamos, de algún modo eso somos."
Ejercicio del "Nombre del personaje"
González Caballero:
"Para el ejercicio de nombres les pido, después de que han realizado su personaje hasta Strindberg (con los Apoyos comprendidos hasta éste punto del método), que hagan desenvolver a su personaje: ¿cómo está en su casa?, ¿qué edad tiene?, ¿en dónde está?, ¿dónde trabaja?, ¿cómo se relaciona con su familia?, ¿cómo son sus padres? Que hablen, que se interrelacionen con personajes imaginarios, que hagan lo que quieran.
"Ya familiarizado con él, creyendo que es un ejercicio cualquiera, pues no he mencionado lo del nombre, empiezo a llamar a uno por uno para que se acerquen a mí, sin que pierdan el personaje, y les digo: -"te llamas Luis"-, a uno, -"te llamas Herlinda"- a otro, -"te llamas Anastasia"- a otra; y que sigan trabajando.
"Se ve que inmediatamente cambian, ya no podrán ser los mismos, no podrán hacer lo que estaban haciendo cuando no sabían este nombre, a lo mejor creían llamarse Isidro o Pedro y les viene el choque de llamarse realmente de otra manera, vienen los conflictos consigo mismos y sus nombres y llegan nuevas actitudes; algunos se deprimirán y otros se exaltarán.
"Después de un tiempo de trabajo con el nombre y apellido, se les simula un censo donde se les pregunta cuál es su nombre y hay unos que los cambian o que no los dicen, se avergüenzan de sus apellidos o de alguno de los dos, o lo dicen con orgullo y hasta presunción, ¡es muy interesante! Se comienza a crear un superego desde muy pequeños; esa parte nuestra que son las aspiraciones al mejoramiento o a la meta que queremos alcanzar.
"El superego nace del inconsciente, es decir no se razona en un principio, y se canaliza, creo yo, muchas veces por medio de los nombres: si me llamo Miguel Angel Iturbide, entonces podré sentirme tan famoso como el escultor italiano y además con el abolengo que me da mi apellido y si mi otro apellido es Montecurvo que aunque italiano no me gusta porque me recuerda algo torcido, entonces me llamo Miguel Angel Iturbide, nada más, y el Montecurvo va al inconsciente, lo sumo en él; cuando alguien me diga ¡Montecurvo! me enojo y me sale algo de irracionalidad y agredo al que me llamó así, directamente o sin darme cuenta, chocando con él o pisándole un pie.
"Pirandello crea cada personaje con una estructura mental, espiritual y física en la que se expresan una serie de condiciones que formarán el superego. La estructura mental tendrá mucha repercusión en la estructura física y viceversa; tendremos que darnos cuenta de la importancia de las características físicas de cada individuo, como sus defectos físicos que le impiden ser lo que quisiera ser; el superego no solo es sicología, es cuerpo también."
Thomas: "¿Cómo llega a darse el conflicto entre el ideal mental y el cuerpo?"
González Caballero:
"Con una gran máscara. Y ese conflicto empieza precisamente cuando yo pienso ser un gran amante al que todas las mujeres se dobleguen pero tengo una cara de pellizco o tengo barros y soy bizco, ¿qué va a pasar? Mi superego no esta favorecido y si no logro que la máscara me ayude seré en vez de un gran amante, un gran tímido y simplemente voy a estar frustrado toda mi vida, tendré que canalizar mi superego a otro ideal so pena de creerme un galán y ser un adefesio.
"¿Qué tal que tenga todo a mi favor?: la cara conveniente, el cuerpo conveniente y hasta mi nombre y apellidos hermosos, entonces todo va a ser muy fácil para mí y llegaré sin grandes problemas a cumplir la creación del superego que decidí formarme.
"Pienso en Greta Garbo que no era una muchacha hermosa, ella misma confiesa que de adolescente se sentía fea, que no tenía pechos, que tenía la boca muy grande, no tenía caderas, los pies enormes, encorvada y, de pronto el superego le brota, surge una auto confianza, se da seguridad y acepta la realidad de sus defectos y los canaliza, convirtiéndolos en virtudes; su deseo de ser atractiva a pesar de todo es mas fuerte y empieza a convertirse ella misma en una obra maestra de arte, llegando un momento en que los espectadores la veíamos hermosísima y no reparábamos en sus defectos ya encubiertos por esa gran máscara de belleza que se había creado. En el mismo caso esta el actor mexicano López Tarso que de los defectos de su voz, los acepta y los convierte contradictoriamente en su valor principal.
"Como actor siempre hay una relación entre lo físico y lo mental, y eso se logra en la creación de personaje, ejercicio tras ejercicio.
"Esta proposición del superego y el cuerpo partida de las preguntas ¿cómo me veo? y ¿cómo te veo? es maravillosamente amplia, el Nombre sólo es el primer paso de exploración.
"Ahora para ejercitar el ¿cómo te veo? tomémoslo como una continuación lógica de los ejercicios anteriores: el personaje trabajará sobre su opinión hacia los demás: ¿Cómo veo tu nombre y qué significa para mí? ¿Cuál es el peso que te doy? Y así te trataré. Los ejercicios son realizados entre dos o más personajes que se interrelacionan."
"¿Cómo me veo? y ¿Cómo te veo? parten de la proposición de la multiplicidad del personaje, de la pregunta que se hace Pirandello: ¿Quién soy? ¿Uno? ¿Ninguno? ¿Cien mil? Mi nombre y lo que pienso de él, mi cuerpo y lo que pienso de mí, el peso con que me veo y el peso con que veo a los demás, la imagen-superego que uso para mantener una máscara de lo que quiero ser, las partes de mi cuerpo que quiero cambiar y transformo desde mi interior... Infinidad de proposiciones de ejercicios pueden partir de la creatividad del guía y transmisor."
El libro del método de actuación de Antonio González Caballero está a la venta solamente a través de Internet, y en dos sitios:
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