En el inicio del primer libro sobre el método de actuación de Antonio González Caballero (1999) transcribo una cita que consideré de primer orden para la comprensión de la técnica, y que pertenece a las famosas declaraciones de Albert Einstein sobre la imaginación y los logros del hombre:
"La imaginación es más poderosa que el conocimiento. Amplia nuestra visión, ensancha nuestra mente, reta a lo imposible, sin la imaginación el pensamiento llega a estancarse." (Albert Einstein)
González Caballero me daba esta frase como respuesta a mi pregunta sobre por qué en su método mencionaba tanto las palabras imaginación y energía. El proceso de exploración y estructuración de su método se había dado de una manera tan fluida que él mismo había perdido muchos de los orígenes teóricos en los que se había basado, pero siempre a él venían esas dos palabras y, en momentos apoteóticos de sabiduría, venía la frase de Einstein como remate.
Aún así ni esas dos palabras ni la frase me explicaban los orígenes de su uso en la técnica. No había duda alguna sobre el uso de la imaginación para cualquier actitud creativa, pero habría de descubrir que en su personal experiencia la imaginación había tenido un lugar preponderante para la salud física y mental de González Caballero.
La Física Mental y el maestro Espinoza de los Monteros le habían abierto casi 40 años atrás, al entonces impulsivo pintor de 19 años, una puerta a lo positivo de la vida y lo habían transformado no en un ser creativo (que ya lo era y mucho) sino en un ser positivamente creativo y con mayor claridad en sus objetivos de trabajo.
La Ciencia de la Física Mental es el nombre en español que Pedro Espinosa de los Monteros le dio a The Science of Mentalphysics, la técnica filosófica de origen chino-tibetano creada por un viajero inglés de principios del siglo XX, Edwin J. Dingle. Dingle (quien se hacía llamar también Ding Le Mei) fue un periodista y geógrafo británico que vivió en China y tuvo una corta estancia en el Tibet, donde, según él cuenta, aprendió las bases de lo que después sería su propia filosofía.
Con esta filosofía González Caballero aprendió a usar una técnica concreta para dirigir la imaginación y la energía de su mente y cuerpo hacia objetivos tangibles en la vida real, hacia una obtención concreta de sus deseos internos, un proceso no muy alejado de cualquiera de las actuales técnicas de superación o para lograr el éxito, pero con los elevados ingredientes místicos y filosóficos de las fuentes orientales.
¿Cuál es esa técnica que usa la Ciencia de la Física Mental? De manera muy general y en pocas palabras, es el fortalecimiento de los deseos y de la manera de llegar a ellos a través de respiraciones-posturas energéticas (o que aumentaban la sensación de energía en el cuerpo) y de la meditación dirigida (aprendiendo a manejar el pensamiento a través del uso conciente de la emoción, la razón y la imaginación). Los textos de la Física Mental están plagados de discursos y ejercicios para usar la imaginación en la búsqueda de un objetivo determinado y en algo profundamente importante para nuestro tema, que en ese objetivo determinado, no importa cuál, la acción sea concordante con lo imaginado: primero el impulso (que surge de la imaginación en la meditación) y después la acción (que es congruente con el impulso-imaginación). Para llegar a la acción el individuo busca controlar todos los aspectos de su vida desde la meditación creando hábitos de pensamiento, de acción y de voz, y entonces durante la vida (trabajo, familia, socialización), dejar al impulso interno, a la fuerza interior a que lleve al practicante a lograr ese deseo-objetivo. Cualquiera que conozca el método de actuación de González Caballero reconocerá inmediatamente el ABC del actor (interior-cuerpo-voz), la base técnica de la que el método surge.
Aún así ni esas dos palabras ni la frase me explicaban los orígenes de su uso en la técnica. No había duda alguna sobre el uso de la imaginación para cualquier actitud creativa, pero habría de descubrir que en su personal experiencia la imaginación había tenido un lugar preponderante para la salud física y mental de González Caballero.
La Física Mental y el maestro Espinoza de los Monteros le habían abierto casi 40 años atrás, al entonces impulsivo pintor de 19 años, una puerta a lo positivo de la vida y lo habían transformado no en un ser creativo (que ya lo era y mucho) sino en un ser positivamente creativo y con mayor claridad en sus objetivos de trabajo.
Primera página del libro "La Ciencia de la Física Mental" (1955) |
La Ciencia de la Física Mental es el nombre en español que Pedro Espinosa de los Monteros le dio a The Science of Mentalphysics, la técnica filosófica de origen chino-tibetano creada por un viajero inglés de principios del siglo XX, Edwin J. Dingle. Dingle (quien se hacía llamar también Ding Le Mei) fue un periodista y geógrafo británico que vivió en China y tuvo una corta estancia en el Tibet, donde, según él cuenta, aprendió las bases de lo que después sería su propia filosofía.
Edwin J. Dingle |
¿Cuál es esa técnica que usa la Ciencia de la Física Mental? De manera muy general y en pocas palabras, es el fortalecimiento de los deseos y de la manera de llegar a ellos a través de respiraciones-posturas energéticas (o que aumentaban la sensación de energía en el cuerpo) y de la meditación dirigida (aprendiendo a manejar el pensamiento a través del uso conciente de la emoción, la razón y la imaginación). Los textos de la Física Mental están plagados de discursos y ejercicios para usar la imaginación en la búsqueda de un objetivo determinado y en algo profundamente importante para nuestro tema, que en ese objetivo determinado, no importa cuál, la acción sea concordante con lo imaginado: primero el impulso (que surge de la imaginación en la meditación) y después la acción (que es congruente con el impulso-imaginación). Para llegar a la acción el individuo busca controlar todos los aspectos de su vida desde la meditación creando hábitos de pensamiento, de acción y de voz, y entonces durante la vida (trabajo, familia, socialización), dejar al impulso interno, a la fuerza interior a que lleve al practicante a lograr ese deseo-objetivo. Cualquiera que conozca el método de actuación de González Caballero reconocerá inmediatamente el ABC del actor (interior-cuerpo-voz), la base técnica de la que el método surge.
González Caballero trabajo durante 9 años junto al maestro Espinoza de los Monteros y fue un practicante de por vida, pero no fue hasta 1971 que con el nacimiento de su taller-laboratorio con alumnos de la escuela Andrés Soler de la ANDA en México, D.F. que comenzó a usar lo asimilado en la Ciencia de la Física Mental para la exploración de una técnica de actuación. Recordando su propias palabras, no tenía una conciencia clara, él tenía un objetivo, darle apoyos técnicos al actor mexicano para crear un personaje con gran sentido de verdad, y comenzó así a explorar con los actores, el material que tenía a la mano y lo usó con confianza y sin reparo alguno. Con el tiempo la teoría propia de la Ciencia de la Física Mental se diluyó en un mar de información, y quedaron sólo partes de ella en el discurso de su trabajo técnico:
- imaginación,
- impulso,
- no usar la razón sola,
- manejar las emociones,
- primero la imagen,
- la sensación,
- sentir al personaje,
- sentir lo que se imagina,
- dos respiraciones al final de cada ejercicio.
En 1986 cuando comencé a preguntarme sobre los orígenes de su trabajo pedagógico, González Caballero no tenía muy claro en dónde estaban, entonces me comentó que pensaba que mucho del método venía de las enseñanzas de Espinoza de los Monteros, y de inmediato recordó la frase de Einstein: "La imaginación es más poderosa que el conocimiento. Amplia nuestra visión, ensancha nuestra mente, reta a lo imposible, sin la imaginación el pensamiento llega a estancarse", y entonces concluía que esa frase era más importante para la comprensión del método que un exceso de teoría. La obra creativa de Einstein era un ejemplo de lo que él creía haber descubierto en experiencia viva a través de la Ciencia de la Física Mental.
- imaginación,
- impulso,
- no usar la razón sola,
- manejar las emociones,
- primero la imagen,
- la sensación,
- sentir al personaje,
- sentir lo que se imagina,
- dos respiraciones al final de cada ejercicio.
En 1986 cuando comencé a preguntarme sobre los orígenes de su trabajo pedagógico, González Caballero no tenía muy claro en dónde estaban, entonces me comentó que pensaba que mucho del método venía de las enseñanzas de Espinoza de los Monteros, y de inmediato recordó la frase de Einstein: "La imaginación es más poderosa que el conocimiento. Amplia nuestra visión, ensancha nuestra mente, reta a lo imposible, sin la imaginación el pensamiento llega a estancarse", y entonces concluía que esa frase era más importante para la comprensión del método que un exceso de teoría. La obra creativa de Einstein era un ejemplo de lo que él creía haber descubierto en experiencia viva a través de la Ciencia de la Física Mental.
Sin duda hay mucho para hablar y analizar sobre la Ciencia de la Física Mental y el método de actuación, hay mucho que hablar y analizar sobre las influencias de González Caballero para crear un método con las características que este en particular posee. Tal vez este también sea el tiempo para dar los primeros esbozos de esos análisis.
El libro del método de actuación de Antonio González Caballero (NO incluye el Método de Voz) está a la venta solamente a través de Internet, y en estos sitios:
Amazon España: http://www.amazon.es/Método-Actuación-Antonio-González-Caballero/dp/1466261919
Amazon México: https://www.amazon.com.mx/actuación-Antonio-González-Caballero-performance/dp/1466261919
Amazon.com: http://www.amazon.com/Actuación-Antonio-González-Caballero-Spanish/dp/1466261919
CreateSpace: https://www.createspace.com/3677417
No comments:
Post a Comment